viernes, 7 de marzo de 2014

Peligra la Patria Latinoamericana y Caribeña


Rafael Flores Febrero 28-2014

A partir del 12 de febrero de 2014, agentes del imperio estadounidense ejecutan acciones violentas en Caracas, para justificar una intervención y someter a Venezuela. Esta agresión es la conclusión de 14 años de fracasos, para acabar con la Revolución Bolivariana. Para USA es urgente restablecer el saqueo por sus trasnacionales de la riqueza petrolera venezolana, antes del inicio de una guerra contra Siria e Irán, que derivará en otra guerra mundial, durante la cual el petróleo venezolano será imprescindible para USA y Europa, frente a las enormes reservas de sus adversarios Rusia e Irán y el suministro de petróleo por éstas a China.
En el deterioro del poder de Estados Unidos y de sus aliados, frente al crecimiento de Rusia, China e Irán, se perfila el fin del imperialismo occidental que, como todo imperio precedente, se resiste a perder, primero la hegemonía, la que en efecto ya no ostenta, ahora su existencia como imperio. En tal sentido ha trascendido su indignación contra sus aliados europeos, que titubean a las puertas de una guerra que empleará armas de efectos prolongados, más destructivas que en la II Guerra Mundial y su territorio como escenario fundamental.
Lo violencia en algunas zonas de Caracas es una batalla, por el control del petróleo, cuyo resultado influirá el desenlace de esa guerra mundial, que ya inició en el Medio Oriente, tras la cual, Venezuela preservará la libertad que conquistó desde 1999, las naciones latinoamericanas y caribeñas, con pocas excepciones, serán libres del dominio de cualquier imperio. Al contrario, si tiene éxito su agresión a Venezuela y USA restablece el despojo de petróleo, conculcará la libertad de América Latina y El Caribe y podrá enfrentar con éxito a Rusia, China e Irán. La duda, acerca de la necesidad vital que determina la agresión imperialista, debilita a la Revolución Bolivariana, frente a esa determinación de intervenir militarmente en Venezuela. Por otra parte, igual daño para la causa de la libertad de América Latina y El Caribe es la dilación de las iniciativas para estar listos al momento de la intervención imperialista. Apreciemos la urgencia del momento en la intervención de USA y Europa en Ucrania, los obstáculos que Rusia, Irán y China oponen, para evitar el derrocamiento de Bashar al Assad, la determinación de Irán de proseguir el enriquecimiento de uranio y la de China a no permitir que USA tome posiciones cercanas a sus costas y pueda bloquear la navegación de sus buques petroleros.
El conjunto de acciones inconclusas e inciertas, para ocupar posiciones estratégicas en torno a Rusia, China e Irán, desmoralizan al imperio y lo obligarán a una escalada de violencia contra Siria e Irán, para controlar el petróleo del Oriente Medio, y contra Venezuela, para apoderarse del petróleo al oriente venezolano, tras la cortina de un estallido de violencia en Caracas, occidente y sur de Venezuela, provocada por sus lacayos y mercenarios paramilitares.
La Patria está en peligro una vez más, después de haber conquistado la libertad, tras dos siglos de lucha, décadas de resistencia de la Cuba de Fidel, la vida de Kirchner, la de Chávez, la enfermedad de Lula, de Cristina, frustrados los intentos para asesinar a Rafael, a Evo, los derrocamientos de Zelaya, de Lugo; habrá sido todo en vano, sino actuamos con fe en Dios, firmes en nuestro propósito de hacer de la nuestra una sociedad justa, de igualdad, solidaria entre nosotros y para con pueblos necesitados, como Haití, en la que reine la justicia, el respeto a la naturaleza, no la impunidad que libera al traidor y no condena al corrupto, que protege al banquero que despoja a la colectividad de sus ahorros y defiende a quien acapara y especula con alimentos y medicamentos, en tanto que condena a perpetuidad a quien hurta para comer.
El Presidente Maduro hace lo correcto, en su empeño por la paz; sus iniciativas tienen más éxito de lo esperado y el imperio resiente el fracaso de la violencia y el respeto a los Derechos Humanos por los órganos de seguridad; nada le sale ni le saldrá bien; sin embargo, no quiere otra condición que la rendición de la Revolución y no parará hasta lograrla. Debemos entonces prever como proveer a ciudades con dificultad de acceso, solicitar el apoyo de las naciones hermanas y la participación de aliados tan estrechos como Rusia. Dios espera de nosotros determinación y la suprema valoración de la Justicia, no temor, ni impunidad. Adelante Presidente, confíe en Él.

eveliseyrafael@hotmail.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario