Terrorismo (Según la RAE): "Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos". |
Por Kenny García Ortega
Para poder entender la naturaleza real de la guarimba junto a su propósito es imprescindible que la enmarquemos dentro de las acciones de terrorismo urbano. La guarimba no tiene nada de pacífico ni es una acción de “resistencia” como repiten incansablemente los nazis caribeños que así lo explican por las redes sociales.
El terrorismo es la acción de un individuo o grupo determinado que, a través de la violencia, intenta presionar a otros, bien sea ciudadanos o autoridades, para que se cumplan sus demandas. El terrorismo es coacción, por lo tanto, la guarimba es una acción terrorista.
La violación de los derechos humanos va implícita en la guarimba. Impedir el libre tránsito, contaminar el ambiente con gases tóxicos y perturbar el Estado de Derecho son las tácticas frecuentes a través de las cuales se busca golpear, física y psíquicamente, a los habitantes afectados.
La guarimba es un ataque, disimulado de “resistencia”, que se enfoca directamente en la población. Implica un secuestro paulatino de quienes se someten a su lógica perversa. El propósito no es que caiga el gobierno del presidente Nicolás Maduro, sino generar las condiciones objetivas para que surjan enfrentamientos entre civiles que, hostigados por una dinámica inhumana que asedia la vida de todos, reaccionen de forma violenta.
Apelando al uso de la propaganda, la guarimba desvirtúa su finalidad. Se dice que busca colapsar al país, que es para resistir “cívicamente” y doblegar al “gobierno dictatorial”. Pero la realidad es que afecta inmediata y directamente a la ciudadanía circundante colapsando la cotidianidad de cada quien. Los únicos que resisten, a la final, son los vecinos que no caen en provocaciones y evitan enfrentamientos con los guarimberos. Se busca doblegar la sensatez colectiva y convivencia solidaria.
La guarimba muta progresivamente en crimen organizado. Ya son más que conocidas las denuncias de guarimberos que cobran “vacunas” para dejar pasar por las barricadas. Quien esté en contra de estos nuevos “gobiernos vecinales” que imponen su ley, la ley del más fuerte y más violento, pone en riesgo su vida. Hemos visto reiteradamente a opositores que agreden verbal y físicamente a sus vecinos, opositores también, quienes intentan retirar los obstáculos de las vías.
El presidente Maduro dijo que se intenta provocar una “guerra de perros” en el país. La guarimba es la evidencia más clara de ello.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario