viernes, 18 de julio de 2014

Receta para atemperarse el ego


Por: Clodovaldo Hernández

Un grupo de psiquiatras, psicólogos y psíquicos que forman la peña Psi-psi-psi (una cosa un poco loca, hay que admitirlo) ha decidido tomarle la palabra al dirigente opositor Ramón José Medina y ofrecerle a la Mesa de la Unidad Democrática un curso intensivo para atemperarse los egos.
Medina, en un arranque de sinceridad, expresó recientemente que el problema de la MUD es que tiene demasiada gente engreída compitiendo entre sí a ver quién es el papá de los helados.
Los miembros de la peña Psi-psi-psi consideraron muy acertadas y asertivas las palabras del señor Medina, quien, a decir de uno de los psíquicos, al fin demostró que realmente es hijo del insigne intelectual José Ramón Medina. “Hasta ahora habíamos jurado que era un impostor”, comentó el brujo.
De inmediato los Triple Psi ofrecieron a la coalición de ególatras un programa intensivo para curarse de ese injustificado amor por sí mismos. He aquí la receta: Psicodrama con cifras del CNE. El mejor remedio para curarse del egocentrismo opositor es comprobar matemáticamente que son una gente fracasadísima.
Llevan ya casi 16 años de derrota en derrota. Aplicando la técnica del psicodrama, los narcisistas pueden decirse mutuamente la verdad, leyendo los resultados electorales desde 1998, estado por estado, municipio por municipio y mesa por mesa. “El que no salga humilde de un ejercicio como este, es un caso grave, hay que ponerle camisa de fuerza”, advierte la terapeuta Mercedes Cachalandro, integrante de la peña.
Trabajo con espejos. Otra técnica excelente para bajarse los humos es poner al paciente a leer frente al espejo sus declaraciones. “Yo estoy seguro de que si Antonio Ledezma pasa suficiente tiempo viéndose en el espejo, mientras relee sus propias gilipolleces, llegará el momento en que le dé un ataque de pena”, afirma el asesor español Casimiro Torres, psicólogo experto en casos de obsesión por figurar.
Caminar por un barrio o por un pueblo. Ofelia Laguna, psiquiatra partidaria de las terapias de choque, plantea que para algunos de los superyós de la MUD lo único que funciona es un contacto brutal con la realidad. “Hay que ponerlos a caminar por un barrio o por un pueblito del interior para que se convenzan de que, una de dos: o no los conoce nadie o tienen la popularidad más baja que Felipao en Brasil”, dice la experta.
El abogado del Diablo. El psíquico Julio Tomaso recuerda que la vanidad, como lo dice el personaje de Al Pacino en El abogado del Diablo, es el pecado favorito de Satanás, quien lo llama “el narcótico natural”. Por eso propone que en los casos extremos de egolatría escuálida (que son varios) se recurra al exorcismo, “a ver si esos demonios agarran mínimo”.

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