Por José Gregorio Casa
En las últimas semanas, varios voceros del gobierno estadounidense han manifestado ante los medios internacionales estar “preocupados” por la supuesta violación de los derechos humanos en Venezuela, por parte de los cuerpos de seguridad del estado, sin embargo dichos voceros parecen (o fingen) no estar al tanto de la verdadera represión y brutalidad policial que se ejerce en su propio país.
Lo que ocurrió este fin de semana en Albuquerque es una pequeña muestra de ello, en horas de la tarde y noche del domingo, cientos de personas salieron a la calle a protestar contra el departamento de policía debido a que los agentes asesinaron a un hombre sin hogar.
La protesta, aun siendo pacífica, fue reprimida con toneladas de bombas lacrimógenas, golpes de garrote y balas de goma, sin embargo dicha noticia no fue reseñada por ninguno de estos medio que pasan el día entero condenando a Venezuela.
Cualquiera podría pensar que lo que pasó en Albuquerque es un caso aislado, pero los ciudadanos estadounidenses saben que esta no fue una excepción sino la regla, la represión brutal que ejercen las fuerzas de seguridad en USA cobran muy a menudo la vida de ciudadanos cuyo único delito es alzar la voz porque desean ser escuchados.
Ojalá el presidente Obama deje de preocuparse tanto por nuestro país y comience pronto a velar por sus propios ciudadanos, quienes mueren cada día a manos de la policía.
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